- Dom, 09 Mar 2025, 15:26
#436923
Hola, Amber92
Soy @lapediatraperez , y te respondo como alumna de la formación de sueño de CESI®. Además, como dice mi nombre de usuario soy pediatra y quiero intentar ayudarte en esta situación que sé que puede ser agotadora.
Antes que nada, quiero enviarte un abrazo porque estar tanto tiempo con tu peque en brazos y sin poder dormir bien afecta muchísimo. No estás sola en esto y hay estrategias que pueden ayudar a mejorar la situación poco a poco.
Tu bebé tiene 8 meses y desde los 4 meses solo duerme en brazos por la noche. No acepta dormir en la cama ni siquiera con contacto continuo. Se despierta inmediatamente o en un máximo de 15-20 minutos si lo intentas dejar. Solo se calma si lo vuelves a coger en brazos, aunque a veces no necesita el pecho para dormirse. Durante las siestas, han logrado que la primera siesta sea en la silla o en porteo, pero la segunda suele requerir más contacto y suele acabar en porteo.
El horario de sueño de tu peque es:
08:00: Despertar
11:00: Primera siesta (40 min - 1 h)
15:30: Segunda siesta (40 min - 1 h)
20:30: Dormir
Tu principal necesidad es poder dormir tumbada, aunque haya despertares, ya que físicamente tu espalda ya no aguanta más.
En lo que comentas, no mencionas signos de patología médica (como reflujo severo o dermatitis), lo cual es positivo. Sin embargo, hay algunos puntos a considerar:
Dependencia de contacto y movimiento: Actualmente, su forma de conciliar el sueño está muy asociada a los brazos y el movimiento, lo que podría estar interfiriendo en su capacidad para conectar ciclos de sueño sin esa condición.
Posible sobrecansancio: Aunque su horario parece adecuado, si hay mucha resistencia al sueño, podríamos valorar si está acumulando fatiga.
Angustia por separación: A los 8 meses es común que los bebés pasen por esta etapa, lo que aumenta su demanda de contacto nocturno.
A partir de los 4 meses, el sueño infantil cambia y se asemeja más al de un adulto, con ciclos de sueño más estructurados. A los 8 meses, además, entra en juego la angustia por separación y el desarrollo de la permanencia del objeto, lo que hace que el bebé reclame más a su figura de apego cuando se despierta.
Esto no significa que no puedas hacer cambios, sino que será necesario hacerlo de forma gradual y progresiva, para que tu peque se sienta seguro en el proceso.
Te propongo:
Crear una nueva asociación al sueñoEn lugar de dormirlo en brazos, puedes intentar un paso intermedio:
Iniciar el sueño contigo tumbada, en contacto.
Si no acepta la cuna de inmediato, prueba a dormirlo contigo y deslizarte poco a poco hasta dejarlo apoyado en la cama.
En vez de dormirlo en brazos meciéndolo, probar con palmaditas suaves, caricias o tu voz mientras está tumbado contigo.
Reducir progresivamente el movimientoComo hasta ahora se duerme con movimiento en brazos, intenta reducir la intensidad poco a poco:
Primero, en vez de mecerlo, sostenerlo sin moverte.
Luego, hacer el mismo proceso acostada con él hasta que empiece a asociar el sueño con estar tumbado.
Reforzar la seguridad nocturnaEl objetivo no es eliminar el contacto, sino que sienta que estar en la cama también es seguro.
Puedes probar a mantener una prenda tuya con su olor cerca o asegurarte de que sigues en contacto físico con él mientras duerme.
Ajustar los horarios si fuera necesarioSi observas que está demasiado cansado al final del día, podrías adelantar su segunda siesta o la hora de dormir unos 15-20 minutos.
Darle tiempo para adaptarseAl principio, es normal que rechace los cambios, pero si lo acompañas con cariño y sin forzar, irá poco a poco aceptando otras formas de dormir. Todo cambio puede conllevar un cierto rechazo, si lo hacemos de manera progresiva y somos consistentes, lo acabará aceptando. Intentalo todas las noches, en cada despertar, puede parecer al principio que no hay progreso, pero poco a poco iras viendo los cambios. Si ves que se altera y empieza a llorar, lo intentamos de nuevo el día siguiente
Pide ayuda: Si tienes pareja u otro cuidador que pueda ayudarte, podrían turnarse para que puedas descansar la espalda.
Sé que estás agotada y que no es fácil hacer cambios cuando una está tan cansada, pero cualquier avance, por pequeño que sea, es un gran paso. Puedes contarme cómo te va y si necesitas ajustar algo en el plan. Estoy aquí para acompañarte.