Ideas, trucos y experiencias para bebés de más de un año.

Moderadores: lolilolo, Titoi, Yuziel, rafi., Tote, Trece, nuriah, rosalina, ilargi, Kim, xirimiri

  • Advertisement

por CristinaGN
#436903 Mi bebé de 14 meses se despierta cada 2 horas. No se despierta del todo pero empieza a llorar y lo único que le calma es la teta. Hemos intentado mecerlo, pero con su papá llora todavía más y al final le tengo que dar el pecho. También he dormido en otra habitación y se sigue despertando igual e incluso peor al no tenerme a su lado ya que hacemos colecho.
Todos los días nos vamos al parque por la mañana y por la tarde a dar un paseo y está expuesto a la luz solar ya que he leído que
mejora el sueño. Hace dos siestas una a las 10:30 que será de 1 hora aprox y otra a las 15:30 que será de hora y media o dos horas. En la siesta de por la tarde en algunas ocasiones también se despierta y le tengo que dar el pecho para que se vuelva a dormir.
Por la noche hacemos una rutina de sueño con música relajante, masaje, despedida de muñecos, etc.
Ya no sé qué más hacer o qué estoy haciendo mal para poder alargar un poco más y poder dormir más de dos horas seguidas. Además, hemos notado que él se despierta cansado y está más irritable.
Avatar de Usuario
por ibiei
#436932 ¡Hola Cristina! Soy Eva, bióloga y bioquímica, y mami de dos peques de 17 meses y dos años y medio. Te escribo como alumna en prácticas del curso de neurociencia del sueño infantil de CESI.

Esta respuesta llega un poco tarde, teniendo en cuenta la fecha de tu consulta, y quizá os encontráis en otro momento. Sin embargo, espero que mis comentarios puedan ayudarte o a ti o a alguien que pueda leer el mensaje y se encuentre en una situación similar.
Entiendo totalmente tu cansancio. Dormir tan poco durante tanto tiempo es durísimo, especialmente cuando sentimos que estamos haciendo todo lo posible, y aun así los despertares no parecen mejorar. Lo primero que quiero deciros es que no estáis haciendo nada mal. Estáis muy presentes, acompañando y ofreciendo calma, y eso es lo que vuestro peque necesita.
A los 14 meses, muchos peques pasan por una etapa intensa en la que ocurren varios cambios importantes a nivel motor, cognitivo y emocional. Puede que esté aprendiendo a caminar, alejándose cada vez un poquito más de vosotros, y eso, además de fascinación por esa nueva habilidad, también les puede generar cierta inseguridad. Sino camina aún, quizá ya gatea o se desplaza con soltura. Esto, que es un hito que a los padres nos emociona muchísimo, puede generarles a los peques cierta angustia ya que empiezan a darse cuenta de que pueden separarse de sus figuras de apego. Puede ser esta, una de las razones, por las que durante la noche tu peque necesita “comprobar” que sigues ahí. Esa necesidad de confirmar la presencia de mamá (o papá) es lo que conocemos como angustia por separación, y es muy típica en esta etapa.
El vínculo que habéis creado a través del pecho y el colecho es una fuente enorme de seguridad para él, y por eso es natural que lo busque una y otra vez. Aunque parezca que no se despierta del todo, ese contacto y esa succión le ayudan a reconectar con el sueño. El pecho sigue siendo mucho más que alimento: es consuelo, calma, regulación y conexión contigo. Eso no quiere decir que no esté interfiriendo en tu cansancio, lo entiendo perfectamente.
También comentas que su papá intenta calmarlo, pero que eso lo altera más. Es algo muy habitual. Si hasta ahora ha sido mamá quien ha estado presente por la noche, es normal que el cambio no lo reciba con calma al principio. Quizá el papi podría empezar participando en las rutinas relajantes de la tarde: masaje, despedida de muñecos, el cuento… para que su presencia se asocie también a momentos tranquilos. Poco a poco, eso puede ayudar a que él también tenga recursos para acompañarle durante la noche, si en algún momento queréis hacer esa transición. Cuando papi forme parte de la rutina, podéis incluso probar, sin tu salir de la habitación, cambiaros de lado en la cama y que sea papi quién duerma a su lado. A veces, no sentir el olor de mamá tan cerca, puede reducir algún despertar.
Quizás, podrías intentar, si lo consideras, en alguno de los despertares - te recomendaría el que te pillara menos adormilada – en uno temprano si no te has acostado aún o cuando esté cerca tu hora de despertar - establecer alguna estrategia para calmarle como repetir un “shhhh” mientras le acaricias o le das la mano (intenta introducir este “shhhh” también durante la toma de la siesta para que él lo asocie a quedarse dormidito). Puedes intentarlo unos minutos (segundos), lo que consideres sin que el peque llore. Simplemente, para intentar calmarle sin esa succión. Si ves que no funciona, puedes retomar el pecho con tranquilidad. Poco a poco irás viendo si hay momentos en los que otra forma de consuelo también le ayuda. Es normal al principio que cualquier “estrategia” nueva no funcione, pero puedes intentarlo de forma respetuosa varias noches seguidas a ver si en algún despertar, se calma con un contacto que sea más llevadero para ti. No sé si te funciona darle el pecho tumbada. Esa postura puede ayudarte a descansar un poquito más, sin tener que incorporarte o moverte mucho, especialmente si el colecho ya forma parte de vuestro descanso habitual.

Veo que estáis haciendo muchas cosas bien: rutina tranquila, paseos diarios, exposición a la luz natural… Todo eso está favoreciendo su ritmo biológico, y aunque creas que quizá no está ayudando, ¡sí lo está haciendo! Estáis creando hábitos geniales.

En cuanto al sueño diurno, veo que hace dos siestas: una a las 10:30 y otra a las 15:30, que puede durar hasta dos horas. A esta edad, algunos peques empiezan a necesitar ajustar esas siestas. A veces la siesta de la tarde, si es muy larga o muy cercana a la noche, puede hacer que el sueño nocturno también se desajuste. Podríais observar si adelantándola un poco o acortándola suavemente hay alguna diferencia (comentas que se despierta a veces tras un ratito, ¿no?). Es posible que pase a hacer una única siesta en torno a esta edad, consolidando únicamente la siesta de la tarde, después de comer.

Comentas que se despierta cansado e irritable, así que podemos seguir observando los pequeños ajustes de horarios o de cómo se calma durante los despertares para ver si encontramos algo que le ayude a dormir más profundamente.

Y sobre todo, de verdad: no estás haciendo nada mal. Es una etapa muy intensa. Estáis haciendo muchísimo por vuestro peque, y todo ese amor, constancia y acompañamiento que le estáis dando es lo que necesita para sentirse seguro.

Si queréis contarme cómo evoluciona todo (como os encontráis en este momento – mi peque también es de Octubre del 2023 y se sigue despertando a veces :) ) o responder a alguna de estas preguntas, estaré encantada de seguir acompañándoos.

Un abrazo enorme y mucho ánimo.
Eva
Alumna en prácticas - CESI


Berrozpe, M. (2020). Módulo XV: El sueño de 8 a 12 meses. Berrozpe, M., López, R. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del Sueño Infantil (CESI).

Berrozpe, M. (2020). Módulo XVI: El sueño de los bebés de 1 a 2 años. Berrozpe, M., López, R. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del Sueño Infantil (CESI).

Berrozpe, M. (2020). Protocolo de intervención CESI - De 8 a 24 meses - Dormir sin llorar. Berrozpe, M., López, R. La neurociencia del sueño infantil y sus implicaciones en la práctica y atención a las familias. Centro de Estudios del Sueño Infantil (CESI).

Rosa Jové. Dormir sin Lágrimas, 2006.