


Ocho largas horas de trabajo, mas largas aún si te has pasado la noche de romería pasillo arriba, pasillo abajo y para variar un poquito, explorando el resto de habitaciones a oscuras (un día tendremos un disgusto con algún marco de la puerta


Paseito aprovechando el trayecto a casa y para no aburrirnos también hay que hacerlo o corriendo o llorando... o en brazos, la cuestión es no ser convencional ¿para que ir sentadito en la silla si nos podemos divertir mas dándole marcha a mama?

Y paz... mucha paz....

Y el fin de semana… ¿para que hablar del fin de semana?...
¿Estresante verdad? pero lo echare de menos, seguro, de la misma manera que echo de menos a ese bebe de días que no paraba de llorar por hambre, aquellos paseos interminables por la ciudad, aquel miedo a bañarlo por no saber como hacerlo, etc., miro con añoranza, mientras guardo con todo mi amor, la primera ropita que llevó y es que el tiempo pasa muy rápido, tan rápido que parece un suspiro y ellos crecen y cada vez nos necesitan menos.
Que la desesperación no os impida disfrutar de vuestros pequeños, que cada momento que están en vuestros brazos porque lloran, o simplemente nos apetece

Un besazo y a disfrutar de nuestros peques!
