
Cuando su bebé empezó a subir y bajar sillas, terriblemente eficaz abriendo y cerrando puertas y su curiosidad dejó de tener límites...pues a su madre no se le ocurrió otra cosa que presentarle al coco


Pasó el tiempo y el bebé se convirtió en un niño mucho mas cauto con su persona y antes de ejecutar cualquier azaña...observa, calibra, pide ayuda, observa a otros...vamos, que ya sabe que el golpe duele y que él no sabe volar

Un día, no hace mucho, el niño torpedéa a su madre con una batería de preguntas sobre el coco, su madre mira los grandes ventanales del salón y empieza a dar respuestas sobre su aspecto, su guarida, su soledad, su maldad

Entonces mirándole fijamentela la madre asustada hizo su primera confesión a su niño asustado, el coco no existe nos lo inventamos las mamás para que no os asoméis a las ventanas cuando sois bebés y no comprendeis que os podeis caer y hacer mucho daño... es un secreto, no se lo cuentes a los niños pequeños.
Mi hijo me dió un enorme abrazo, en su cara se reflejaba la inmensa alegría del alivio, la tranquilidad de no tener miedo

Al día siguiente, mirando la ventana, me dice: a lo mejor tengo suerte y aunque me asome y me caiga no me hago daño

Ay Dios, qué dificil es ésto de ser madre, un eterno dilema.